Su
dolor le conmovió tanto que no pudo dejar de ser sincero.
Si decides seguir
viviendo tienes dos únicas opciones verdaderas. Seguir el camino de la
humanidad y programar tu cerebro para el olvido; o sufrir su ausencia por el
resto de tus noches. Con la primera volverás a ser feliz. Con la segunda
tendrás que soportar la lástima más humillante disfrazada de comprensión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario