martes, 15 de septiembre de 2009

Frío

En la vida hay aristas. No fondo, no superficie, no encuentro. Sólo aristas. Por eso no estamos ni dentro, ni fuera. Es inexacto lo que se suele llamar la salida o el regreso, porque estamos ubicados en un terreno estático, atemporal y por lo tanto inamovible, infinito, limítrofe, sin soberanías, sin hoyos, ni escaleras eléctricas. Sólo aristas, recuérdalo.

Aunque en realidad no tenía una sola idea de qué quería decirme. Mi vida inundo el mundo inexplicablemente. Como en un aleph, mi vida irradiaba de él. Así que lo maté. Deshacerme del cuerpo fue más fácil de lo que esperaba. En realidad es lo más fácil del mundo desprenderse de un cuerpo una vez inerte. Por eso se ha creado la ficción.

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