Arquitectura ingenua

El aroma a tierra seca de mis pasos
encuentra arrullo en la brisa de tu voz
levantándose hacia el cielo, las estrellas, el infinito
con la intención de desaparecer
a menos que convertido en fragancia de bahía
ancle los vientos azules
en la profundidad serena de mi alma
aguardando el roce mitigador de tu luz
si es que la marea tiene intenciones de volver.

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No volveré a decir te quiero
aunque en mis ojos se revele exactamente aquello
y lo sepas.

No volveré a decir te extraño
a pesar que el cosmos confabule contra mí
y las estrellas fugaces aparezcan una vez más.

No intentaré gustar tus labios
pese a los cinco dedos que nos aguardan
Cada noche.

Lo que no podré evitar
es que al volverte a ver
mi alma salte
como una niña en su benigna primavera.

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En este preciso momento
Valoro mi soledad,
Y los recuerdos de mis agobios
(Aun no todos desvanecidos)
Producen en mi ternura, insomnio.

En este preciso momento
Reconozco mi ignorancia
Y para decirlo más claro
Mi mediocridad
Soy parte del eriazo.

En este preciso momento
Se revela ante mí
La crueldad
Esa que habita en todo y en todos
Envuelta en la guerra
Y en el amor de nuestros padres
Mi crueldad
Siempre enmascarada, inevitable

En este preciso instante
Asumo la seriedad de todos nuestros actos
Y la asumo como una pérdida de tiempo
De ilusiones, de sensatez. Un autoengaño

Del cual espero
En este preciso momento
No ser parte.

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…anegados claustros visitando
los muchachos de la urbe cautiva están.

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No me preocupa que estés con él,
Me preocupa que no estés aquí,
No verte,
Que no pueda sentirte llana
Que no pueda observar tu cabellera recogida con aquel sujetador
Que no pueda sentirme bien con tu sonrisa, con tu mirada
Que no estés aquí jugando tu game boy mientras bebo mi taza de té
en aquella mesa.
Que no nos miremos a los ojos mientras nos contamos historias
Que no pueda jugar con los hilos dorados de tus brazos
O con el segundo ombligo que alguna vez me sorprendió
Que no pueda coger tus manos
Que no disfrutemos del silencio
Que no te pueda abrazar mientras escuchamos nuestros sueños.
Me preocupa que no pienses en mí
Como yo lo hago por ti
Que yo piense en ti de ésta forma
Que estés aquí y ya no estés aquí.
Me preocupa saber que falta poco
Y queda todo
Que no te vuelva a ver
Que al volver a verte, todo sea igual.

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La buena vida nos envolvió entre sus brazos
Conjugándose con la agitada sonoridad de un instante apacible
Donde la eternidad convertida en ternura
Fundió con miedo la armadura de un corazón recién nacido.

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Conocí todos tus secretos
Y no me percaté
Que ni siquiera me mirabas.

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El viento arrecia…azul y cercano
Se ahogan las lágrimas
En el naufragio del deseo.
Mis pupilas cortan
Los sonidos de los sueños
Y el engaño apuñala
El campanario del infinito.

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Conocí el camino del amor
Y me perdí.
Entendí el sentido del sufrimiento
Y lo desconocí.
Abrí las puertas de mi alma
Y no encontraron ni a La Desolación dando vueltas.

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Tuve la sensación de haber despertado
Despertado de haber estado pensando
Pensando en haber estado despertado.

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Estuve pensando
En aquella locura
Locura de una vida leve
Fragilidad de ilusiones
Ilusiones de cristal
Un cristal reventado
Sobre la cama
De una muchacha cabalgante
Del cual su solo nombre no recuerdo.
Y ya no pienso.

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Centenares de dedos
Recorrieron sus líneas
Introdujeron sus vidas
Marcaron su rostro
Sintieron su ira
Olieron su dolor
Y no lo presintieron
Consumaron el acto de regocijo carnal.