Mister Lonely - Harmony Korine (2007)

Cuando alguien nos dice que es preferible ser otra persona, que es triste haber nacido solamente con lo que el destino te ha marcado. Podemos pensar que aquella persona tiene una visión furiosamente desencantada de sí mismo y de la vida. Si me lo dicen a mí, me sentiría identificado de por vida con esa persona. Es obvio, que no es algo de que sentirse orgulloso, pero es una situación concreta que aqueja profunda o superficialmente a todos. Finalmente es fango y algunos luchan desesperadamente, otros deportivamente, algunos con resignación y otros con miedo, no por estar en el fango, sino por salir de él y descubrirse. Mister Lonely pertenecería a esta última improvisación.

Michael Jackson se va a vivir a un castillo junto a Marilyn Monroe, Charles Chaplin, Los Tres Chiflados, Madonna, Shirley Temple, Abraham Lincoln, El Papa, La Caperucita Roja, La Reina Isabel, Samuel Davis Jr. y, un niño muy raro, Buckwheat. Una comunidad de imitadores que intentan montar el espectáculo más grande jamás visto y el paraíso. Lo que no podría dejar de parecernos tierno, exuda miseria, tinieblas y por momentos misticismo con un grupo de monjas que logran el milagro de sobrevivir al tirarse de un avión.

El mundo de Harmony Korine, está lleno de momentos y personajes extremos, pero no situaciones explícitas o melos, al menos en las únicas dos cintas que he visto. Su primera película me desagradó por completo. “Gummo”. Pero hay algo en su cine que como nuestro primitivismo no podemos evitar. Fuera del morbo, dentro del morbo, su cine o sus historias o sus intervenciones son una proclama de vida y muerte por el cine. Herzog y Scorsese ya lo valoran. Si Cassavetes estuviera vivo también.